Cuando estamos a doscientos años de los albores de nuestra Independencia Nacional y ya nos hemos empinado diez del siglo XXI, y cuando el Gobierno recién pasado presumía de la famosa "Billetera Fiscal" y de nuestro pronto ingreso a la élite de los países desarrollados, vemos que en materia de construcciones económicas, no hemos avanzado ni un ápice desde el terremoto del año 60.
Uno de los actores principales de esta situación, es el Hogar de Cristo, institución que desde hace muchos años se ha dedicado a la fabricación masiva de las llamadas “mediaguas”, proyectos de vivienda barata sin vidrios en las ventanas, sin forros, todo madera de regular calidad, sin que se hayan preocupado de mejorar el producto que sale día a día de sus grandes barracas en la capital; construcciones que a la postre vienen a ser un estigma para los pobres de nuestro país.
llamarse "UNA CALLAMPA PARA CHILE", porque finalmente estas construcciones apuntan a eso.
Seguramente este gran terremoto que ha asolado la zona central de nuestro país, nos dejará una serie de lecciones; se revisarán los sistemas de construcción en altura, se harán construcciones más asísmicas y se mejorarán una serie de medidas para aminorar todo lo que hoy día falló en los sistemas de construcción; pero creo que no se debe olvidar que cuando una de éstas catástrofes acontece, hay muchas personas que quedan sin techo y que ese techo que muchas veces permite pasar varios inviernos, debe ser mejorado.
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