Un blog de temas de Historia con sus símbolos, sus personajes y sus logros, enlazados por la pequeña historia de hechos acontecidos en nuestro suelo patrio.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Rebeca y "Los Aviadores"









Frente al Museo de Bellas Artes se encuentra ubicada una copia del monumento original de la escultora chilena Rebeca Matte Bello, donado al Brasil con motivo de su Centenario.


Según antecedentes de la Dirección de Monumentos Nacionales, este grupo escultórico puede recibir las denominaciones de “Unidos en la Gloria y en la Muerte” ”A los Mártires de la Aviación” y finalmente la más conocida por el común de las gentes “Ícaro y Dédalo”.

Es talvez, la estatua con más denominaciones que haya diseñado alguno de nuestros criollos escultores, situación que la coloca entre las más conocidas de nuestra capital, tanto por su ubicación, como por sus alegorías mitológicas, y espirituales, que encierran una especie de mágico símbolo de la tragedia.

Por todos conocida, la historia de Ícaro y Dédalo, es una característica a la denominación de dos palabras con sentimientos épicos: ¿Que es vida? y ¿Qué es muerte?, pero también cabe preguntarse ¿Cual es la delgada línea que separa a ambas?, Talvez nunca lleguemos a una respuesta que pueda aunar sentimientos comunes, pero lo que sí es cierto es que nuestra legendaria escultora vació en el bronce sentimientos personales de una vida marcada por la tragedia, vinculada a la enfermedad que sufrió su madre luego del parto que le dio la vida.
                                                                  
Se dice que en el devenir de la artista hay épocas marcadas por su trabajo del mármol primero y por el bronce más tarde.

Es precisamente con “La Guerra”, el primero de sus bronces, con el que logra merecidos reconocimientos por parte de la crítica y, lo que es más elocuente, de sus compañeros escultores de la época.
                                                                                                                                           
LOS AVIADORES

Diversas crónicas señalan que fue su esposo, en su calidad de Encargado de Negocios en Francia, quien gestionó el encargo de Los Aviadores, obra que debía ser entregada para el Centenario de la Independencia del Brasil, el año 1922.

Respecto del nombre de la obra, no existe claridad sobre este hecho, no obstante en los años veinte era Ministro de Relaciones Exteriores don Jorge Matte Gormáz, pariente de la escultora y antiguo Presidente del Aero Club de Chile, situación que puede haber incidido en el nombre que se daría a este importante encargo, que concluyó en una representación de Ícaro y Dédalo, seres de la mitológía, en cuya imagen puede verse a Dédalo caído luego de haber volado a las alturas y a Ícaro en un sereno aspecto contemplativo .

Por razones de embarque y transporte, la obra demoró su llegada desde Europa y sólo pudo ser inaugurada en la Plaza Maua el 19 de noviembre de 1923.

El Mercurio de Santiago, en su edición del día martes 20 de noviembre de ese año informaba textualmente a sus lectores:

“OBSEQUIO DE CHILE AL BRASIL”

El Ministro de Chile en Río de Janeiro hace entrega del monumento que el Gobierno chileno obsequió al brasileño
RIO DE JANEIRO, 19.- Con toda solemnidad el Ministro de Chile hizo hoy entrega del monumento con que el Gobierno de su país obsequió al brasileño, con motivo de la conmemoración del Centenario de la Independencia del Brasil. Asistieron al acto el Prefecto del Distrito Federal (Alaor Prata), el vicepresidente del Senado, señor V. Antonio Azevedo, los representantes del Cuerpo Diplomático aquí acreditado, altas autoridades civiles, militares y numerosas personas destacadas de la sociedad fluminense.

El citado monumento erigido en la Plaza de Maua, es obra de la escultora señora Rebeca Matte de Iñíguez, y representa la fe en los altos destinos de la aviación. Una de las figuras consiste en un aviador que se estrelló contra el suelo y pagó con su vida el arrojo de explorar .los aires. Otro aviador contempla el cuadro triste que le ofrece su compañero de heroísmo, y con su actitud promete seguir la empresa de luchar contra los vientos y las tempestades aéreas.

El embajador de Chile Manuel Cruchaga Tocornal, al hacer entrega del monumento al prefecto del distrito federal pronunció un discurso que terminó con las siguientes palabras:

“Este grupo de bronce, pequeño por sus dimensiones, pero grande por la intensidad del afecto con que fue entregado a los cuidados del pueblo brasileño, será un testigo perenne que recuerde la secular amistad jamás empañada que existe entre vuestro país y el mío”.

El prefecto del distrito federal contestó el discurso del embajador chileno, agradeciendo el homenaje y recordando que éste representa la gran amistad existente entre las dos repúblicas.

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De acuerdo a noticias de prensa, a este acto concurrieron entre otros el insigne aviador Alberto Santos Dumont y el Capitán chileno Arturo Merino Benítez, quien ocupaba el cargo de Adicto Militar a la Legación de Chile en el Brasil.

Debemos recordar que Rebeca Matte, agobiada por la muerte de Lily, su hija única, falleció el 15 de mayo de 1929, dejando tras de sí una inmensa obra escultórica que le ha dado renombre y fama mundial, aún después de su muerte.

En 1930, una réplica de este grupo escultórico financiada por el esposo de Rebeca, fue ubicada frente al Museo de Bellas Artes de Santiago de Chile, donde todavía se le puede observar con la leyenda “Unidos en la Gloria y en la Muerte”.

Esta obra fue trabajada en base a los moldes originales por el escultor francés Carlos Vignali, quien le dio algunos toques personales, que no se observan en el original de Río de Janeiro, que desde hace más de 10 años se ha ubicado a la entrada de la Universidad del Aire de la Fuerza Aérea del Brasil, entidad contigua al Museo Aeronáutico, en campo Dos Afonsos.

Este monumento conserva en su base la leyenda “AVIADORES” por un lado y al otro “CHILE AL BRASIL – 1922”

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A mediados de los años setenta, gracias a una gestión de don Armando Venegas de la Guarda, antiguo precursor de la aviación chilena, se logró conseguir que la réplica del Museo de Bellas Artes fuera facilitada para colocarla en el naciente Museo Aeronáutico, que en esos años se ubicaba al interior de la Quinta Normal, donde la escultura permaneció hasta 1980.
Ese año el alcalde de Santiago Patricio Guzmán, solicitó su devolución al lugar de origen, siendo instalada frente a la calle José Miguel de la Barra.
El 7 de octubre de ese año, en ceremonia realizada en el frontis del Bellas Artes, se inauguró la plaza de acceso al Museo y la reubicación del monumento, el que con la leyenda “UNIDOS EN LA GLORIA Y EN LA MUERTE”, se conserva en ese lugar hasta el día de hoy.

Es para los chilenos un privilegio poder contar con una réplica de una de las más conocidas obras de esta escultora chilena, que debido a su inspiración perspicacia y sutileza, lograra dejar tan bellas e imperecederas obras para conocimiento y admiración de las futuras generaciones.

domingo, 15 de noviembre de 2009

ESPÍAS




            Nuevamente un caso de espías enturbia las relaciones entre Perú y Chile. Lo cierto es que no es la primera vez que esto sucede. Ha sucedido, acontece y seguirá siendo motivo de distensiones, por los alcances de carácter militar que conlleva nuestra situación de países limítrofes y de haberse enfrentado en una guerra hace ya mucho más de un siglo.
Según noticias de la prensa peruana, se dice que las autoridades militares tendrían detenido y confeso al suboficial de la Fuerza Aérea del Perú Víctor Ariza Mendoza, a quien se responsabiliza de efectuar espionaje en beneficio de nuestro país.
La prensa devela los misterios
            Pero la verdad es que no quiero hablar expresamente de este bullado caso, que dentro de los próximos días, seguramente ocupará las portadas de los principales medios de comunicación.
Sólo quiero referirme a las generalidades de los espías, señores desconocidos, que todo lo investigan y por supuesto –generalmente- en un país ajeno y a veces, como en este caso, en el propio para vender antecedentes a algún país interesado en adquirir información que él no posee.
            Generalmente el espía es un agregado a la Embajada. Funcionario “de rango menor”, se les denomina. En oportunidades son integrantes de misiones comerciales, miembros de tripulaciones marítimas, aéreas o simples estudiosos de la cultura de un país determinado.
            Al espía se le cataloga como un tipo frío, callado, reservado, acucioso, tenebroso, vistiendo siempre sombrero calado al ojo e impermeable largo, en cuyo interior se pueden encontrar los más disímiles artilugios; desde un arma hasta el más selecto juego de ganzúas que permitirán abrir hasta la puerta del cementerio, por decir lo menos.
Nada más alejado de la realidad. El espía moderno no carga armas, no es callado ni usa impermeable oscuro; al contrario, el espía moderno viste un terno igual al de cualquier oficinista, llevará un portafolios con papeles insignificantes y de su hombro podrá colgar, a veces, una máquina fotográfica que nunca usará en aquellos lugares donde un letrero a prueba de espías dice “No tomar fotografías”, total para eso están los satélites espías, más callados y silenciosos que el hombre dedicado a estas labores. Tendrá eso sí una buena disposición para conversar lo estrictamente necesario y tal vez, hacer alguna broma simpática. Debe poseer una buena memoria  y si sabe leer los labios a la distancia será un espía completo.
CANARIS
Aunque usted no lo crea, por Chile han circulado muchos espías. Y de nota. Algunos de ellos han pasado desapercibidos. De otros se han conocido sus andanzas muchos años después, cuando ya el hecho había perdido notoriedad, aunque sus ribetes fueran dignos de figurar en la “petit historie”.
Canaris, jefe del contraespionaje alemán
Algo así sucedió con el  teniente alemán Wilhelm Canaris, quien ya en 1907 recorría América del Sur a bordo del Bremen, barco de guerra en crucero de instrucción y luego con motivo de la Primera guerra Mundial, embarcado como ayudante del Capitán del Dresden,  hundido en Más a Tierra. Canaris fue internado con sus compañeros en la Isla Quiriquina, de la que escapó tiempo más tarde, llegando luego a Europa con un pasaporte chileno falso. En Alemania una brillante carrera lo llevó a ser jefe del departamento de contraespionaje del ejército alemán. Carrera que terminó durante la Segunda Guerra Mundial, cuando Hitler lo mandó a ejecutar por haber participado en una conspiración en su contra.
Existen informes de la inteligencia norteamericana que aseguran que durante la Segunda Guerra, nuestro país  se vio invadido por agentes japoneses, alemanes y norteamericanos. Además se detuvo a una cantidad de personas que mantenían comunicaciones con la inteligencia alemana mediante una emisora de radio clandestina ubicada en Quilpué, la que en su época fuera conocida como “PYL “.
CICERON
Otros espías han tenido mejor suerte ¿o peor? Elyesa Bazna, más conocido en el mundo del espionaje como “Cicerón”, quien actuando como ayuda de cámara del embajador inglés en Turquía en plena Segunda Guerra,  tuvo una actuación preponderante en el mundo del espionaje.
Su singular labor le permitía asistir directamente al embajador como hombre de plena confianza y practicar su hobby favorito: la fotografía. Aprovechando que su amo consumía fuertes somníferos para dormir y acostumbraba a tomar largos baños de tina, el aficionado a espía comenzó a fotografiar todos los documentos que el embajador llevaba en su valija oficial.
La importancia de los documentos microfilmados era tal, que cuando Cicerón logró venderlos a los alemanes, éstos sencillamente no le creyeron, pensando que se trataba de una trampa de los ingleses. Resumiendo: le pagaron con dinero falso y Alemania se perdió la única posibilidad cierta de haber cambiado el curso de la historia de la Segunda Guerra Mundial.
DREYFUS
Las guerras mundiales dieron curso a innumerables actos de espionaje en los cuales la astucia para vencer la censura originó la creación de sofisticados sistemas con el fin de engañar los controles a que se sometía la correspondencia.
Así surgió el uso de las tintas simpáticas para la escritura invisible, el envío de cartas comerciales con vocabulario convenido de antemano, las transmisiones radiales cifradas, los micropuntos, conocidos como “las motitas”, sistema por el cual se enviaban fotografías reducidas unas doscientas veces y que se adherían en las cartas simulando un punto de la escritura a máquina.
Hubo espías que cobraron fama y fortuna, algunos, claro está. Otros sólo consiguieron una fama efímera que los llevó a enfrentar el pelotón de fusilamiento, como es el caso de la famosa Mata-Hari, exótica bailarina que fue ejecutada en París, acusada de espiar a favor de los alemanes.
Pero uno de los más bullados casos de espionaje aconteció en Francia cuando en 1894 el Capitán Alfred Dreyfus, fue acusado de entregar información a un agente extranjero sobre los secretos del manual de tiro de campaña. Luego de haber sido degradado y deportado, al cabo de algunos años de proceso que conmocionaron a Francia, se logró probar que Dreyfus jamás había realizado tal acto y al contrario, su acusador era  quien había efectuado el espionaje. Intervino en el proceso el escritor Emilio Zola, quien defendió a Dreyfus con su célebre Yo Acuso, maciza pieza de oratoria que en su tiempo fue publicada en los más grandes periódicos del mundo.
ECHELON
Cuando la ciencia ha dado un salto importante con la creación y difusión de Internet a nivel mundial, uniendo a millones de cibernautas ansiosos de utilizar sus beneficios también han surgido los medios para conocer la información de correos, Chat y conversaciones telefónicas.
Aduciendo normas de seguridad, EE.UU. mantiene activa la Red de Espionaje más grande del mundo, conocida como ECHELON. Sus detractores afirman que puede procesar automáticamente (mediante el uso de computadores con programas especiales), más de tres millones de correos por minuto, datos que llegan a la NATIONAL SEGURITY AGENCY (NSA), donde es clasificada, decodificada y transferida a los niveles correspondientes cuando se descubre información de importancia. Para su desempeño la Agencia cuenta con alrededor de cuarenta mil personas, que trabajan en las diversas áreas y países desde los cuales fluye la información, siendo apoyada, además, por unos 120 satélites espías, que entregan una visión del planeta en tiempo real.
EL ESPIA COMÚN
Hoy en  día pareciera ser que el espionaje de Estado ha pasado a segundo plano. Sin embargo, ha surgido un espía más penetrante, de ojo más avizor, sin ningún tipo de armas, pero con bastantes conocimientos de informática. Es el espía computacional, el hombre que es capaz de copiar una base de datos en segundos, sin dejar rastros y venderla por una cantidad considerable a una empresa de la competencia.
Y qué decir del espionaje industrial, en pequeña y a gran escala. Es cosa de observar en grandes ferias a los más diversos tipos de extranjeros y connacionales fotografiando cuanta máquina se coloca frente al lente, con el único fin de copiar determinados productos y su tecnología.
Pero pareciera ser que el espionaje no sólo se aplica a los estados y sus agentes. Basta saber que los buscadores de Internet como Google, y Yahoo, sólo por nombrar algunos, sirven para un espionaje más casero, más hogareño, pero igualmente perjudicial para el autor, el músico, el fotógrafo, el escritor, el periodista y podría seguir nombrando a miles que se ven afectado por el espionaje cibernético, que no sólo es observado o escuchado a través de la pantalla, sino que es virtualmente escamoteado por miles de navegantes ansiosos de obtener en forma gratis todo lo que le es necesario.
Finalmente. ¿Sólo otros nos espían? O también nosotros ¿Somos Espías?
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Bibliografía:
-         Baton, Paul y otros, Los grandes enigmas de la Guerra Secreta, Ed.Mateu-cromo,Madrid, 1970
-         Petit,Pastor, Historia del Espionaje, Ed. Delos, Barcelona 1967.
-         Greene, Graham, El libro de cabecera del espía, Ed. Sur, Bs. Aires. 1969.
-         Seth, Ronald, servidores Secretos, Imp. Saturno, Barcelona, 1960
-         El Mundo de la Historia, serie Grandes Espías,Ed. Lord Cochranes, Santiago.
-         Archivos Secretos del FBI sobre Chile, 7 fascículos Revista “Que Pasa”.Santiago,
-         Echelón es una red de espionaje mundial, Camilo Taufic, Diario Metro, 26 enero 2000.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Cien años de Aviación en Chile













Se cumplen el 2010


Los Hermanos Copetta, verdaderos émulos de los Wright, armaron el primer avión llegado a Chile y César Copetta fue su primer piloto.

Hace cien años un biplano Voisin de 50 HP, alzó su vuelo  en los campos de la antigua chacra “Valparaíso”, de la actual comuna de Ñuñoa. A los mandos iba un valiente llamado César Copetta Brossio, que con más coraje que técnica, quería descubrir los misterios insondables del espacio y conquistarlo para la patria, hurgando ese pedazo de cielo que la cubre, que nos pertenece y que necesitaba ser transitado por chilenos futuristas,  que con el correr del siglo darían múltiples satisfacciones a nuestro país.
         Cesar y Félix Copetta Brossio, eran hermanos, propietarios de  un taller de automóviles, que ya por esos años gozaba de un reconocido prestigio entre los capitalinos.
         Fue así como hasta su taller ubicado en calle Ejército N° 715, fue llevado encajonado el primer avión llegado a Chile en los primeros meses de 1910.
         Sus propietarios  David Echeverría Valdés y Miguel Covarrubias Valdés, habían adquirido la máquina a su paso por Francia: un biplano Voisin, con motor Gnome de 50 HP.
         El objetivo de esta compra tenía como fin  realizar algunas exhibiciones con el biplano durante las festividades del Centenario de la Independencia Nacional.
         El día cúlmine para la prueba fue el 21 de agosto de 1910, fecha en que el voluminoso aparato se encontraba en la chacra “Valparaíso” de propiedad de Ramón Cruz Montt.
         Fue allí donde  su armador y piloto César Copetta, subió al biplano para realizar el vuelo memorable. Luego de colocar la máquina en posición, su hermano Félix lanzaba la hélice, mientras prestos jóvenes sujetaban el fuselaje para evitar que el Voisin se lanzara en una loca carrera antes del tiempo requerido para iniciar el decolage.
        Según don Enrique Flores, conocido historiador aeronáutico  El Voisin  se estremeció, adquirió velocidad y a 35 kilómetros por hora se desprendió del suelo”.
         ¿Que sucedió en ese momento? El Voisin, primer avión llegado a Chile surcaba el espacio, comandado por un chileno valeroso, que se convertía en el primer hombre en volar en avión nuestro cielo patrio.
         Ya decantada la noticia por el paso de los años, pareciera no interesar los minutos que el biplano  estuvo en el aire, ni la altura ni el aterrizaje, ya no parecen ser el centro de atracción. Tampoco interesa que minutos más tarde Copetta realizara el segundo vuelo llevando como pasajero a David Echeverría Valdés, uno de los propietarios y que al tercer vuelo el avión tocara tierra con una de las alas al momento de aterrizar;  situación que impidió realizar las exhibiciones programadas para el mes siguiente.
Eso fue lo que aconteció, lo que fue noticia para los diarios del día.
Hoy, a cien años del vuelo glorioso, esa noticia ha adquirido giros  no previstos en esa época  y la importancia sustancial natural mente ha sufrido alteraciones derivadas del tiempo, del espacio, del incesante trajinar del siglo y del permanente rotar del universo.
Si, porque con orgullo podemos decir que ese 21 de agosto de 1910, nacía la Aviación Chilena que con tres cortos vuelos de esa tarde memorable,  tomaba carta de nacionalización en nuestro país; vuelos que en los años siguientes comenzaron a multiplicarse con Acevedo, Figueroa y se incrementaron con la creación de nuestra Escuela de Aeronáutica Militar, primero, la Fuerza Aérea de Chile, la Dirección General de Aeronáutica Civil y  el Club Aéreo de Chile entidades que se han encargado de impulsar y reglamentar esta aviación que nos ha proporcionado grandes satisfacciones, tanto en Chile como en el extranjero.

LA AVIACION DEL AÑO DIEZ

         Pero ¿qué se sabía en Chile sobre aviación durante los primeros años del siglo? Quienes tenían acceso a revistas europeas como La Ilustración Artística, podían conocer información sobre las actividades aéreas en España, Francia e Inglaterra. Los diarios y revistas como Zig-Zag, de vez en cuando incluían algún artículo sobre el tema,  que al ciudadano común todavía le parecía lejano e incierto.
Hojeando viejas revistas  Zig-Zag de 1910,  podemos darnos cuenta de esta situación. En la edición del 9 de julio se publicaba a tres páginas un artículo titulado Lo que es un Aeroplano, muy bien documentado, con cinco fotografías y que a todas vistas  se trata de una traducción tomada de alguna revista francesa. Basta leer el primer párrafo:
“La mayoría de los lectores habrá contemplado el vuelo de un aeroplano...”.  Naturalmente los lectores deben haber colocado cara de signo de interrogación ante semejante afirmación, pero seguramente (aunque en el artículo nada se dice) se trataba de interesar a los lectores en “algo que ya se veía venir”,  debido a que el Voisin, que debía volar para las fiestas del Centenario y que se había exhibido en el Parque Cousiño, esperaba mejores días para iniciar su primer vuelo.
El vuelo recién se realizó el día 21 de agosto con malas consecuencias para el biplano que resultó dañado en un ala.  Este hecho originó una velada campaña en contra de propietarios, piloto y aeroplano, que se inició con la edición del 27 de agosto de Zig-Zag en la que ya se trataba de ridiculizar  el primer accidente de nuestra incipiente aviación, con una caricatura a cuatro monos denominada Un aeroplano nacional, el que fue simbolizado por una libélula la que al final aterriza abruptamente  sobre la nariz del personaje de la caricatura.
En la misma edición, el conocido dibujante Moustache, en una página titulada El Primer Aeroplano dedica dos caricaturas al vuelo de Copetta, con el Voisin en un discreto segundo plano.
Sin embargo, fue el caricaturista Chao, quien en la edición del 3 de septiembre  logró atrapar ese momento tan especial que dio nacimiento a nuestra aviación. Con un dibujo a toda página titulado A Primer Vuelo, en el que sí aparece el Voisin en un primer plano,  volando bajo, pero seguro; no más allá de la altura de los árboles  y con la cordillera de fondo, como desafiando al modesto pájaro volante  a que se introduzca en sus cumbres. Copetta tras los mandos, destaca en la plenitud de un  vuelo que a pesar de lo tímido y vacilante de sus inicios, mantiene una altiva posición en el límpido espacio aéreo de la época.
Contrastando con las dos páginas y media de caricaturas, la misma  edición (3 sep.) en la sección Carnet de Zig-Zag, publica entre varias, una foto de 6x4,5 cms  con una pequeña leyenda  que parcamente dice:
“El aeroplano Voisin, primera máquina de aviación llegada a Chile, con sus propietarios y el primer chileno que la piloteó don C. Copetta, que es el primero de la derecha”
¿Se merecía más este vuelo pionero? Claro que sí,  pero seguramente los responsables de entregar una mejor información a los lectores, no tuvieron la visión necesaria como para apreciar el valor del hecho histórico que estaba aconteciendo en los campos de la pequeña chacra santiaguina, o tal vez no tuvieron el periodista con los conocimientos necesarios para enfrentar una información de tal magnitud. Recordemos que estabamos recién en el año diez.


sábado, 31 de octubre de 2009

SANTOS DUMONT EN CHILE -.1916 – 1922 -



        

1.- EL PRECURSOR DE LA AVIACION MUNDIAL

Con motivo de la Primera Conferencia Aeronáutica Panamericana, celebrada en Santiago de Chile, entre el 9 y el 17 de marzo de 1916, se reunieron  representantes de los principales países del  continente, donde la aviación era ya una realidad, situación que hacía necesario legislar sobre el espacio aéreo y establecer convenios para el uso de las futuras rutas que surcarían los cielos de América.
         A ella asistieron delegados de Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador Perú, Paraguay,         Uruguay y   Finalmente, como representante  del Aeroclub de Nueva York, EE.UU., el Precursor de la Aviación mundial, el brasileño Alberto Santos Dumont,  la  figura más conocida en los albores del siglo, el pequeño gigante que deslumbró a París entre 1898 y 1909, primero con  los vuelos de su esférico “Brasil” y luego con una serie de dirigibles que dieron lustre y fama a su nombre.
         El genio creador de Santos Dumont le permitió entregar a Francia y al mundo ese embrión de la ciencia aeronáutica que se llamó “14-Bis” el que un 23 de octubre de 1906, se elevó en los campos de Bagatelle en un primer vuelo auspicioso. Era la técnica integrada a la máquina, la creación misma, que emprendía el vuelo de la mano con el siglo.
         Dicen sus biógrafos que el día del vuelo  se vivió “un minuto memorable en la historia de la navegación aérea”.
         Entre 1907 y 1909, Alberto Santos Dumont trabajó activamente en los 4 modelos de su avión “Demoiselle”, cuya superficie era 8 veces menor que el “14-Bis”.
         Estos eran los pergaminos que precedían  al gran aviador cuyas actividades aeronáuticas eran conocidas por los chilenos de la época a través de la prensa.


2.- LA PRIMERA CONFERENCIA AERONAUTICA PANAMERICANA

         El día 1° de marzo de 1916, poco antes del mediodía, a bordo del vapor “Huasco”, Alberto Santos Dumont arribaba a la bahía de Valparaíso. Una gran agitación en el puerto demostraba el aprecio con el que las autoridades y el pueblo chileno se aprestaban a recibir al ilustre viajero.
         Una delegación integrada por el Almirante Carlos Guzmán y el Crl. Pedro Pablo Dartnell, vicepresidente del Aeroclub y otras autoridades se embarcaron en dos lanchas para recibir y trasladar a tierra a Santos Dumont. Luego de las presentaciones de estilo, el Crl. Dartnell prendió en la solapa del visitante la insignia oficial de “Miembro de la Primera Conferencia Aeronáutica Panamericana”.
         Antes de llegar a tierra era asediado por la prensa,  interesada en obtener sus primeras impresiones en suelo chileno. Hablando a los periodistas esbozó aquella frase que más tarde cobraría gran interés en su intervención  en la Conferencia: “Espero ver como en muy pocos años más este viaje que ha durado 20 días, se hará en avión dentro de las 24 horas”.
         En el Salón de honor del Círculo Naval se le ofreció una cálida recepción, donde el Capitán Lautaro Rozas, luego de elogiar la prestigiosa carrera aeronáutica de Santos Dumont, dio la bienvenida al suelo patrio del egregio visitante.
         A nombre del Aeroclub, hizo uso de la palabra el  Crl. Dartnell, quien dejó de manifiesto la importancia que tenía la presencia del notable precursor de la aviación en esta Conferencia Aeronáutica.
         Posteriormente, fue invitado a conocer Viña del Mar, donde visitó algunas familias amigas que conoció en Europa y ya en horas de la tarde se embarcaba en el expreso a Santiago, acompañado por algunos  directores del Aeroclub, cuyo presidente Jorge Matte Gormaz, se unió a la delegación en Llay-Llay, deseando también a Santos Dumont una feliz estadía en nuestro país.
         Unas diez delegaciones de clubes deportivos y  Boy Scouts, y más de cinco mil personas que le esperaban en la Estación Mapocho, dan una idea del cariño que se le profesaba al notable aviador, quien desde la estación se trasladó en auto al Gran Hotel, desde cuyos balcones observó el desfile que realizaban en su honor las delegaciones deportivas, cuyo acto fue ofrecido por el Presidente de la Federación Deportiva de Chile don Felipe Casas Espínola. Santos Dumont agradeció visiblemente emocionado. Luego se le invitó  a una copa de champaña, donde el director del Aeroclub Jorge Andrés Guerra, con sentida elocuencia le expresó que “la entusiasta manifestación de que había sido objeto a su llegada, desbordante de regocijo y de cariño, no era sino un reflejo del entusiasmo  y de la admiración que todo el corazón de un pueblo sentía por su persona”.
         Al día siguiente es invitado a conocer los principales paseos de Santiago y en la tarde, acompañado de don Armando Venegas, Secretario del Aeroclub, visita al Embajador de Brasil  Sr. Lorena  Ferreira, trasladándose luego al Aeroclub donde departió con los socios y aviadores civiles que se hallaban a la espera del famoso aviador.
Cierra las actividades de ese día en el Círculo Militar, donde es recibido  en pleno por el Directorio y asociados.
El día 3 de marzo realiza una  caminata a pié hasta la virgen del cerro San Cristóbal, la que fue muy comentada. Por la tarde se dirige a la  Escuela de Aeronáutica Militar, desde donde el aviador civil David Fuentes debería llevarlo a Viña del Mar, vuelo que no pudo realizarse debido a una densa neblina en la costa, por lo que Fuentes le invita a un vuelo sobre la Capital en su monoplano Bleriot,  de 80 HP, conocido como “Talcahuano”.
Al día siguiente, el “Talcahuano” enfila hacia Viña del Mar llevando como pasajero a Santos Dumont, en un vuelo que se realizó sin novedad, declarando a su llegada la admiración que sentía por el aviador criollo, cuya pericia alabó con calor. Dijo que no tenía intención de volver a volar, pero que no le pesaba haber faltado a su promesa, ya que ello le permitió  admirar los bellísimos paisajes del suelo chileno.
En esta ciudad concurre como espectador al gran concurso de aviación realizado con motivo de la Conferencia Aeronáutica y donde además participan  aviadores  asistentes a este encuentro internacional.
Al mediodía del lunes regresó a la Capital, donde asistió a una función de gala ofrecida en su honor en el Teatro Santiago y al día siguiente  es presentado a S.E. el Presidente de la República don Juan Luis Sanfuentes, con el cual sostuvo una cordial conversación.
Con gran expectación de los presentes, el día jueves 9 de marzo, a las 16:30 horas, en el Salón de Honor de la Universidad de Chile, don Jorge Matte Gormaz, Presidente del Aeroclub, declaraba inaugurada la Primera Conferencia Aeronáutica Panamericana.
El día anterior se había recibido un cable del chileno José Luis Sánchez Besa, piloto y fabricante de aviones, radicado en Francia,  quien manifestaba su adhesión  a  la  Conferencia,  lamentando  no   poder  concurrir  a  ella.  Debemos recordar que Sánchez Besa era un gran amigo de Santos Dumont, con el cual compartían inquietudes aeronáuticas en el Viejo Mundo. 
         Alberto Santos Dumont participó activamente en las comisiones que redactaron los Estatutos de la Federación Aeronáutica Panamericana, consignándose  una de sus principales intervenciones en el acta oficial de la Conferencia.
         En ella se refirió a que el avión superaría las dificultades de aislamiento  de las ciudades sudamericanas, aumentaría el desarrollo comercial y haría más expeditas las comunicaciones, tanto es así que un viaje de más de 25 días por vapor, entre Nueva York y Valparaíso, sería abreviado a un viaje de unos días. Agregó además que la eficacia del avión sería el único medio de proteger las extensas costas con una gran flota de aeroplanos que se desplazara a 200 kilómetros  por hora.
         Sus palabras, que encerraban un profundo mensaje de paz y amistad entre los pueblos americanos y otorgaban una visión de futuro en que el avión lograría ser una herramienta eficaz en el desarrollo de las naciones, dieron motivo a positivos comentarios entre los concurrentes y trascendieron también a la prensa internacional.
         Realizado el trabajo de confección de Estatutos, Matte Gormaz pidió a la asamblea se nombrara Presidente Honorario Vitalicio de la nueva Federación al ingeniero Alberto Santos Dumont, indicación que fue aceptada por aclamación, colocándose de pié todos los concurrentes, quienes aplaudieron por largo rato al distinguido brasileño, quien además al principio de la Conferencia había sido nombrado Presidente Honorario de la misma.
         Terminaba así esta Conferencia, que tuvo como mérito reunir a los máximos integrantes de la aviación del continente.
         El 20 de marzo de 1916, el célebre precursor de la aviación dejaba la Capital, llevando en su corazón el aprecio y el cariño del pueblo chileno, aprecio que recibió desde el primer día en que fuera recibido en Valparaíso.
         Como último acto de su visita a Chile, Santos Dumont concurrió al Cementerio General, colocando flores en las tumbas de los aviadores chilenos caídos en la conquista del aire.   


3.-ULTIMA VISITA A CHILE DE  SANTOS DUMONT

La segunda visita a Chile del insigne aviador se realizó en noviembre de 1922 y obedeció a una invitación especial cursada por  la I. Municipalidad de Santiago, entidad que acordó distinguirlo colocando su nombre a una de las arterias del sector norte de la Capital y que hoy pertenece a la I. Municipalidad de Recoleta.
         A su llegada a la Estación Mapocho el día 9 de noviembre, lo esperaba numeroso público, el Embajador de Brasil, el Alcalde Emilio Silva Espic, Jorge Matte Gormaz, presidente del Aeroclub y otras autoridades comunales, además de una delegación de la Escuela de Aeronáutica Militar encabezada por el General Luis Contreras Sotomayor y el Capitán Diego Aracena, con quien el ilustre aviador se unió  en un fuerte abrazo, ya que ambos se habían conocido al término del Raid Santiago-Rio de  Janeiro.
Entrevistado en su hotel por la prensa criolla  expresó que se encontraba feliz de volver a esta tierra “tanto para volver a estrechar las manos de tan buenos amigos que aquí dejé, como para agradecer la delicadeza que tuvo la Municipalidad de Santiago al poner mi nombre a una de las calles de la ciudad.”, manifestando en otro de sus acápites “La hazaña del invicto Aracena joven y modesto piloto de la aviación chilena, es el mejor exponente del empuje de esta raza que ha asombrado a la América con su empresa en un ligero aparato al que supo imprimirle la impetuosidad necesaria para vencer al viento y a la tempestad que  amenazaban con volcarlo  en las espesas selvas de mi patria”.
Durante esta visita, nuevamente Santos Dumont recibió numerosas manifestaciones de aprecio, concurriendo además a una velada en honor del Capitán Diego Aracena, en la cual fue también ampliamente aclamado por el público presente.
El día domingo Santos Dumont con el municipio en pleno y otras autoridades, concurrió en visita oficial a la calle que desde ese día lleva su nombre. Por la tarde fue invitado al Club Hípico, cuyo directorio ofreció las carreras en su honor.   
         Al día siguiente visitó algunos paseos públicos y fue invitado a la Chacra Valparaíso, donde el 21 de agosto de 1910, el piloto César Copetta realizara el primer vuelo de un avión en Chile.
         El día miércoles concurrió a la Escuela de Aeronáutica Militar donde presenció algunos vuelos de instrucción y entrenamiento. Llamó su atención un ejercicio de radiotelefonía practicado por el Teniente Gustavo Pinto, jefe de la Sección Radio de la Escuela, quien transmitió el siguiente mensaje mientras volaba como pasajero de un De Havilland:
         “Valiéndose de uno de los inventos más grandes del siglo, los aviadores militares chilenos envían desde el aire un fraternal saludo a Santos Dumont, quien desde tierra presencia la viva realidad del sueño que en hora feliz concibiera su grandioso genio, hasta llegar al perfeccionamiento conque la aviación hoy día asombra al mundo”
Al recibir el mensaje desde una radioestación  instalada en la cancha Santos Dumont exclamó con admiración ”Esto es grandioso; más progreso es imposible exigir”.
Al día siguiente, la Municipalidad se constituyó en Sesión solemne en honor de Santos Dumont, entregando al aviador un pergamino en que la Corporación lo declaraba “Huésped ilustre de la Ciudad de Santiago”, y una medalla de oro, análoga al distintivo que usaban los regidores en esa época.
Luego de otros actos realizados en su honor, el 18 de noviembre de 1922, Alberto Santos Dumont dejaba Chile.
Santos Dumont, la Leyenda de la Aviación Mundial, ya no volvería a pisar suelo chileno, pero su legado aeronáutico, dejó profunda huella,  en la aviación mundial


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Ültimo Libro sobre Santos Dumont
del periodista
Cosme Degenar Drumond
Que incluye antecedentes de las
visitas a Chile, basadas en esta investigación.





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